Hasta los malos tienen su corazoncito



(Por Carlos Juárez)
21-07-2013


El problema con las secuelas es que el argumento principal deja de ser innovador. Es común que en las segundas partes, los personajes que dieron gloria y fama a la primera se coloquen en situación ya conocidas para vivirlas desde su perspectiva. Pasó con Monsters University y se repite ahora con Mi Villano Favorito 2.

Sin embargo, no hay en la película mayores pretensiones que hacer reír y confirmar lo que quedó en claro desde la primera cinta: los minions son adorables. Sí, regresa Gru con su lado malévolo más dominado y las niñas que viven situaciones propias de su edad, así como nuevos personajes, pero la verdad, si no están los minions el filme se cae. Tan conscientes de ello están los directores Pierre Coffin y Chris Renaud que pusieron a esos diminutos seres amarillos como parte medular de la trama. En esta ocasión no son el mero relleno de la cinta ni los bichitos que motivan la risa fácil: tienen un peso y sentido dentro de la historia.

La trama tiene muchísimos huecos en el guión, con soluciones sencillas y predecibles, pero se percibe poco cuando los numerosos seres amarillos entran a cuadro para hacer de las suyas. Ciertamente, los minions no hacen de esta película una maravilla, pero aligeran los momentos flojos que son varios.

Que el mismo equipo que se involucró en la primera arme esta segunda es lo adecuado pues descubrieron sus puntos fuertes y los aprovecharon, el problema es lo que rodea ese punto central. El otrora villano es ahora el héroe, lo fue de cierto modo en la primera cinta, pero por razones diferentes. Ahora es imposible despreciarlo, es más, mientras más se enfunda en el rol de padre más se le quiere y eso que en esta historia no está con los ánimos alocados buscando que lo odien.

 


Lo que es divertido es como este pequeño estudio de animación le ha dado la vuelta a la forma de manejar las moralejas de las películas infantiles. Ilumination Entretainment funciona de un modo muy diferente a la poderosa Pixar o cualquier otra casa que se dedique al asunto animado. Sin embargo, lo que los ha puesto en la mira es, hasta ahora, el modo distinto de manejar estos mensajes. Con Mi Villano Favorito fueron contundentes, los héroes no sirvieron para maldita la cosa, los “malos” salvaron el día.

En Mi villano favorito 2 continúan por ese camino y modifican la catequesis: no siempre los héroes tienen los grandes logros y, mejor aún, no siempre tienen razón. La mayoría de las moralejas apelan a mandarnos por el lado bueno, ese es el correcto, es el chido, el que reditúa. Illumination Entreteinment se olvida de la bicromía: en la vida no hay blancos y negros, todos somos una amplia gama de grises.

Ni modo, hay que compararlas porque una es herencia de la otra: Mi Villano Favorito tuvo más sustancia, pero su versión 2 es más divertida. El filme está lejos de la perfección, pero esos bichos amarillos nos hacen reír cada que aparecen en pantalla, exaltando el gag a su máxima expresión, por eso el buen ánimo es más contundente en esta entrega.

Comentarios, sugerencias y reclamos son bienvenidos a la cuenta de Twitter @juarezsolrac. 

Despicable Me 2 (2013).
Directores: Pierrer Coffin, Chris Renaud.
Doblaje: Andrés Bustamante, Andrea Legarreta, Edgar Vivar.
Guión: Ken Daurio, Cinco Paul.
Edición: Gregory Perler.
 

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