Guillermo del Toro: ¿monstruo o titán?



(Por Carlos Juárez)
25-07-2013


Emociona saber que lo mejor del verano en cuestión de megaproducciones cinematográficas lo encabeza el ingenio de un mexicano. No, no es patrioterismo, es la afortunada realidad. Guillermo del Toro es de esos cineastas quien puede presumir de tener un estilo, sus películas son reconocibles en donde quiera que se presenten, porque el señor ha logrado pulir su mano para hacer películas, muy buenas películas.

Titanes del Pacífico es hasta ahora su juguete más elaborado, y de paso el más costoso. No obstante la inversión económica que se nota a todas luces, el trabajo de Del Toro está por encima de los productos que hemos visto en este verano hollywoodense, en parte porque es un cineasta que siempre apela al recurso imaginativo para revestir una historia y no al revés. Me explico: Del Toro no piensa primero en los efectos visuales para luego insertarle una trama insulsa, sino que desarrolla en principio una anécdota que valga la pena contar.

Titanes del Pacífico no es su producto más contundente (que a mí parecer es El Laberinto del Fauno). Es más, termina por ser la cinta más convencional de Del Toro sin que ello merme esa técnica depurada para contar sus historias.

El filme tiene mucho de sus anteriores producciones, en donde el monstruo está presente pero como una amenaza que dejamos crecer, alimentamos y construimos a partir de nuestros propios miedos e indecisiones, y por otro lado, está también la construcción de la monstruosidad, de estos seres supuestamente malignos, que en realidad obedecen a su propia naturaleza. Los esperpentos de Del Toro están alejados de la maldad, funcionan como cualquier otra especie, por instinto, no obedecen a valores morales.


En esta ocasión hace uso de un reparto no tan conocido. A Rinko Kikuchi la vimos con varios años menos en la Babel de Alejandro González Iñarritu (protagonizando la más completa de las tres historias que conformaron su película), a Idris Elba lo veremos personificar a Nelson Mandela en la película que se estrenará en enero en México si todo sale bien, y Charlie Hunnam es la piedrita en el zapato. Por lo general Del Toro es de los directores que eligen personalidades fuertes para protagonizar sus historias. Hunnam, en el papel de Raleigh es inconstante, y fuera de las secuencias de pelea, tiene un rostro similar para todos los momentos, lejos del desempeño del resto de sus compañeros. Es más, pudo haber sido cualquier otro rubio y es muy probable que ni siquiera se notara diferencia.

Titanes del Pacífico no es excelsa, es entretenimiento veraniego que sobresale porque no existe una idea en los productos que hemos visto de desarrollar mejor las historias que se presentan. Hay esta idea de que el público palomero es quien abarrota las salas de cine en el verano y ellos no quieren pensar, solo quieren ver guamazos y balas por doquier. Del Toro demuestra que no es así, y aunque la historia tiene todos estos elementos de triunfalismo y lugares comunes de las películas de humanos contra amenazas cualquiera, sí hay lugar para homenajes dignos y bien construidos de las cintas kaiju de los 70 y sus derivados.

Tal vez en el algunas partes del mundo descubran la exótica mano del mexicano para hacer de sus universos oscuros una delicia; de este lado, las referencias a todas sus obras se encuentran plasmadas en el desarrollo de Titanes del Pacífico, que cabe aclarar, no es la repetición de una fórmula, como ocurre con algunos cineastas, es un ejercicio muy detallado y conciso de estilo.
 

El cineasta mexicano es de aquellos que suelen ocupar ciertos personajes y momentos para ir más allá de lo que se ve. En Titanes del Pacífico tiene un interesante juego de esta situación con el par de pilotos que deben conectarse en mente y emociones para comandar las acciones de los enormes robots. Esta interacción de almas alcanza momentos profundos por ratos pero no se acerca a la poética constante de Del Toro en productos más finos.

El final no se sale de la media en este tipo de cintas, y la cuestión amorosa bien pudo quedar fuera pues no tiene sentido o en vez de ello darle una mayor profundidad, pero son pecatas minutas para una cinta que divierte, profundiza sobre temas diversos y que muestra que el mexicano es quien encabeza al grupo de realizadores latinos en el mercado hollywoodense.

No encontrarán en esta cinta el trabajo más completo del oriundo de Jalisco, pero sí tendrán varios “nergásmicos” momentos aquellos fans de la tecnología, de los monstruos, y ¿por qué no? Todos los que en nuestra infancia o juventud vimos decenas de veces los enfrentamientos de monstruos japoneses como Godzilla o Mothra.

Despachamos en la cuenta de Twitter @juarezsolrac, monstruosas dudas y airadas reclamaciones serán bienvenidas en dicho espacio. 

Pacific Rim (2013)
Director: Guillermo del Toro.
Protagonistas: Charlie Hunnam, Rinko Kikuchi, Idris Elba.
Guión: Travis Beachman.
Fotografía: Guillermo Navarro.

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