Siguiendo la novela que ya es la producción de El Hobbit (The Hobbit), ahora el director Guillermo del Toro salió a tratar de calmar las aguas y echar un poco de luz sobre ciertos temas que ya estaban impacientando a los fans.
"Es simple: podemos decir lo que queramos, pero hasta que no haya dos guiones terminados, entregados, con presupuesto y cronograma aceptado vamos a seguir estando parados en la luz amarilla", dijo con respecto al tan esperado visto bueno del estudio. "Sólo ellos nos pueden dar el ok para comenzar a trabajar. Pero quédense tranquilos porque tanto Peter (Jackson) como productor y yo como director vamos a adelantar todo lo que podamos mientras tanto."
Antes de que cualquier malpensado crea que Jackson y su troupe están teniendo problemas con la gente de Warner, Del Toro aclaró: "No, para nada. Todo lo que puedo decir es que hasta ahora les encantó el guión que les entregamos y que nos han venido apoyando enormemente durante todo este proceso."
Otro de los temas que le quita el sueño a los fanáticos de Tolkien es el dragón Smaug, personaje de vital importancia en el libro, cuya realización puede hacer de El Hobbit una película totalmente transgresora en cuanto a efectos o una verdadera porquería. Es que, después de la saga de El Señor de los Anillos (The Lord of the Rings) el público espera lo mejor de la gente de Weta Workshop, la compañía de efectos especiales de Jackson. "Se están haciendo pruebas de animación con Smaug y ya estamos editando algunas pre-visualizaciones. Ahora estamos haciendo la selección final de los artefactos de guerra de los enanos y comenzando a hacer pruebas de vestuario y prótesis varias."
Un capítulo más, en la larga y emocionante novela de la filmación de las dos películas de El Hobbit.
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